Como todos los años, comenzamos este 2010 con las negociaciones salariales entre conducción y gobierno, y como siempre los y las docentes somos convidados de piedra, porque ¿a quién consultaron el porcentaje de aumento a exigir?
Más allá de las declaraciones de la conducción, que amenazan con el “no inicio”, está muy claro que junto al gobierno hacen enormes esfuerzos para cumplir su principal objetivo: evitar la movilización de los docentes, mientras arreglan aumentos miserables.
Este año, no podemos permitir que vuelvan a burlar nuestras expectativas, como sucedió el año pasado con la miserable suma aceptada por la Celeste. Tenemos que partir de nuestra experiencia acumulada, de la gran fuerza que cobramos en asambleas y movilizaciones, para volver a ser miles organizados y de una vez lograr torcer el brazo del gobierno y la conducción imponiendo nuestras reivindicaciones.
Con la misma fuerza que volteamos la conciliación obligatoria el año pasado, tenemos que imponerle a la conducción asambleas escolares y de delegados para organizar el no inicio de clases, expresado por la gran mayoría de los mandatos de escuela del año pasado.
Pero esta medida, si queda aislada en un paro de 24hs, tampoco sirve, menos aún cuando gracias a la “buena negociación” de la conducción de UEPC y su compañero-ministro Grahovac, se extendió el ciclo lectivo para compensar los días de paro. Por eso, debemos garantizar que el no inicio de clases sea el comienzo de un plan de lucha con continuidad hasta lograr el aumento de emergencia que necesitamos y frenar los ataques del gobierno a la educación como la reducción del puntaje a docentes de primaria, la reforma educativa en el nivel medio y el avance de la reforma previsional.