En estos momentos, el pueblo chileno están padeciendo no sólo la destrucción de sus viviendas, la incomunicación y la falta de luz producida por el terremoto ocurrido en la madrugada del pasado sábado, sino también la completa carencia de alimentos y agua en zonas como Concepción, lo que vuelve su situación completamente desesperante.
Sin viviendas y sin los insumos básicos para vivir, los sectores populares padecen el hambre y la miseria mientras el gobierno no garantiza su necesario abastecimiento. Por el contrario, el gobierno de la “progresista” Michelle Bachellet sí se encarga de garantizar la militarización de las zonas más afectadas como el Maule y Bio Bio, donde las Fuerzas Armadas actúan como el poder público y controlan la situación imponiendo el estado de excepción y encarcelando por doquier a aquellos que, desesperados, se ven empujados a saquear para poder vivir.
Así, Bachelet accedió a lo que venía exigiendo a gritos la derecha chilena: declarar el Estado de Catástrofe para que sea el Ejército el que tome las riendas de la situación, suprimiendo las libertades de reunión y asociación e imponiendo el toque de queda durante toda la noche, una verdadera criminalización de los sectores populares al servicio de proteger las riquezas de la clase patronal, que pide desesperadamente la represión agitando intencionadamente la imagen de un caos absoluto. Pero ha sido la propia defensa de los intereses de los empresarios la que llevó a que el terremoto afectara de semejante forma a los sectores populares, ya que en su voracidad, los especuladores inmobiliarios y las empresas constructoras edificaron casas de mala calidad y sin protección para pobres y trabajadores, mientras construían casas antisísmicas para los ricos, y todo con la complicidad del gobierno chileno a través de políticas públicas. Nada les importa a los capitalistas y sus gobiernos que Chile sea el país más sísmico del mundo, nada es más importante que su sed de ganancias.
Por eso desde la Agrupación Docente D-BASE, quienes peleamos incondicionalmente por la defensa de los trabajadores y sectores populares de nuestro país y de todo el mundo, nos solidarizamos con el pueblo chileno y exigimos el inmediato retiro del Ejército de las zonas afectadas y el cese de esta política de represión y criminalización de los sectores populares. Porque al igual que está sucediendo en Haití, donde el terremoto sirvió de excusa para un avance del imperialismo norteamericano en el país, actualmente el pueblo chileno padece no sólo las graves consecuencias de este terrible sismo sino asimismo la política de miseria y represión que los capitalistas y su gobierno descargan sobre sus espaldas. Son los propios trabajadores, que no tienen más interés que el de su subsistencia, quienes deben tomar en sus manos la tarea de organizarse para garantizar el abastecimiento y la distribución en todas las comunas de los insumos necesarios. Todas las organizaciones de trabajadores debemos impulsar la más amplia solidaridad con nuestros hermanos y hermanas chilenas que sufren esta grave crisis social.
¡FUERA EL EJÉRCITO DE BACHELET DE LAS CALLES!
¡ABAJO EL ESTADO DE EXCEPCIÓN Y EL TOQUE DE QUEDA!
¡POR LA SOLIDARIDAD Y MOVILIZACIÓN OBRERA Y POPULAR PARA DAR SALIDA A LA CRISIS SOCIAL!
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