sábado, 6 de noviembre de 2010

Profundicemos esta gran lucha en defensa de la educación pública, laica y gratuita

Boletín de la agrupación docente D-Base

Hace semanas que Córdoba está conmocionada. Miles de estudiantes secundarios, junto con terciarios y universitarios, vienen alzando bien fuerte la voz, la denuncia de una educación en estado crítico retumba en cada una de sus acciones. Tomas de colegios, terciarios y facultades, cortes, masivas movilizaciones, asambleas, nos hicieron escuchar la enorme potencia de un grito que tiene mucho que decir: nuestros jóvenes no soportan más el estado calamitoso en el que tienen que estudiar, consecuencia del desfinanciamiento educativo heredado de los nefastos '90, que no ha sido revertido por ninguno de los gobiernos posteriores.


Pero todavía más. Los jóvenes exigen su derecho a poner en cuestión el modelo educativo vigente cada vez más alejado de las necesidades reales del pueblo trabajador y orientado al mercado, un carácter que el gobierno de Schiaretti pretende profundizar con la nueva reforma de educación provincial pactada con la Iglesia, las empresas y la burocracia sindical de Nebreda. Nuestros jóvenes, en esta “Córdoba de las campanas” que fuera el reinado de un cardenal Primatesta bendiciendo a los represores de nuestros miles de compañeros, están diciendo a gritos que no quieren a la Iglesia oscurantista metida en las aulas. En esta “Córdoba de la soja y las multinacionales automotrices”, que embolsan híper-ganancias y siguen siendo financiadas por el gobierno provincial, están diciendo que no quieren una educación al servicio de esclavistas como ARCOR, como tantos otros que se llenan los bolsillos a costa de la hiper-explotación.
Los jóvenes están cuestionando los pilares fundamentales sobre los que se sostiene el régimen político cordobés, con un gobierno que a lo largo de todos estos años ha defendido férreamente los intereses empresariales y que se apoya en reaccionarias instituciones como la Iglesia para difundir su moral ante sectores de la sociedad. Hoy los jóvenes están enfrentando aquello contra lo que muchos luchamos, y como docentes tenemos la obligación no sólo de escucharlos sino de sumarnos y fortalecer el enorme movimiento de lucha que pusieron en pie.

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